Homenaje a un año de su partida. Escrito por Euclides González y Ninoska Zapata.
Una señora muy elegante, siempre arreglada, bien vestida, con un carácter particular.
Después de desempeñarse como Secretaria del Juzgado de Mantecal, se traslada en marzo del año 1982 a la población de Barinitas junto a sus hijos, donde posteriormente se encargó de cuidar por mucho tiempo a más de 20 jóvenes provenientes de Mantecal, El Samán, Barinas y de otras localidades que la contactaron.
Esto surge de manera espontánea, por solicitud de algunos amigos, conocidos y hasta compadres; por conocer su responsabilidad, carácter y honestidad, así como el cuidado que tenía de ellos, además de aprovechar la ubicación de su casa, la cual se fue convirtiendo en residencia estudiantil, agregándole el calor de hogar que necesitaba cada uno de sus miembros, controlando el ímpetu propio de la juventud en esa época, sin descuidar la importancia de la formación académica y las responsabilidades individuales para forjar profesionales que hoy en día se desempeñan en diferentes áreas.
Fueron alrededor de 20 familias las que contaron con el apoyo de esta especial señora, así como sus hijos; entre los que se encuentran: Alexis Rafael González, Euclides González, Maira González, Rosa Virginia Escobar, Adolfo Escobar, Lila Rodríguez, Soledad Oropeza, Ninoska Zapata, Coromoto Aguilera, Ana Alicia Aguilera (QEPD), Pedro Enrique Aguilera, Kenia Figueredo, Krelia Rangel, Wilfredo Manuel Ojeda, Norelys, Victor, Yurelys Chávez, Sorelys Chávez, Charlis José León (QEPD), Oswaldo Martínez, Enrique Tovar, Meglis Bravo, Moanny Rumbos y Francisco López.
Es importante resaltar que estos jóvenes todos se hicieron profesionales y algunos regresaron a su pueblo, aportando los conocimientos y la formación adquiridas, como un granito de arena al desarrollo y crecimiento que todos anhelamos con ansias; otros se encuentran regados por el territorio nacional o en otros países, pero siempre teniendo el hermoso recuerdo de las vivencias de esta residencia, la cual representó una excelente experiencia que contribuyó a su formación integral como seres humanos, como profesionales y como ciudadanos útiles a la sociedad.
Este lugar lo denominamos Residencias “Doña Carmen”, ubicada en la Urbanización “Las Flores” en Barinitas, Estado Barinas.
Es allí donde, entre los años 1984 y 2005 convivieron muchos jóvenes de Mantecal, El Samán y otras localidades de Barinas mientras cursaban sus estudios de bachillerato, ya que existían más posibilidades para lograr el ansiado título de Bachiller, debido a que en Mantecal sólo se podía cursar hasta 3er año y para optar al bachillerato sólo se podía hacer en la modalidad nocturna.
En Barinitas existía la opción de hacerlo en instituciones públicas, como la Unidad Educativa “Cándido Antonio Meza” o en instituciones privadas como el Colegio “Provincial”.
Son variadas las anécdotas de estos jóvenes apureños y barineses, que llegaron a esta localidad del Municipio Bolívar, ya que pudieron incursionar en diversas actividades tales como pintura, teatro, canto, deportes, destacándose siempre en cada una de ellas y siendo reconocidos a posteriori por las ganas con las que realizaban las tareas que se les encomendaba.
Fue propicio el tiempo y lugar para iniciar amistades que aún perduran y que permitieron organizar visitas particulares hacia nuestro pueblo Mantecal y así compartir las costumbres llaneras en tiempos de vacaciones.
Vale la pena destacar que la mayoría de estos jóvenes eran menores de edad, por tal razón la dueña de la mencionada residencia, fue la Sra. Carmen de Jesús Lovera de Ojeda (+), nacida el 23 de noviembre de 1933 y conocida popularmente como Carmen Carrillo. Le tocaba a ella fungir como representante de cada uno de estos menores en las diferentes instituciones, acarreando con ello toda la responsabilidad en cuanto al rendimiento académico y al comportamiento de cada uno.
Aunado a esto, se encargaba de mantener el orden en la casa, preservando los principales valores como el respeto, compañerismo, obediencia, humildad, responsabilidad, amor, así como el cumplimiento de los deberes cotidianos para hacer más amena la convivencia durante la temporada de estudios. No sólo era el “Hogar de los Apureños”, sino también de jóvenes bariniteños que asistían allí con fines de realizar tareas de estudios y compartir saberes propios de la vida y la cotidianidad, contando con la orientación y apoyo total de “Doña Carmen”.
Adicionalmente, la Sra. Carmen se encargaba a diario de la preparación de los alimentos, manteniendo siempre una dieta balanceada y saludable, además de enseñarles a quienes quisieran aprender las peculiaridades de la cocina.
Por esta razón, queremos rendirle un homenaje póstumo a esta mujer que contribuyó a la formación integral de tantos jóvenes, a quienes aportó tanto en su proceso de formación y personal, que ahora son profesionales, comerciantes, amas de casa, y que continúan inculcando todo lo aprendido a las nuevas generaciones, para así guiarlos y fomentar siempre en ellos el deseo de superación. Toda nuestra admiración y gratitud para la Sra. Carmen de Ojeda (QEPD)
Mis palabras de agradeciemiento a Ninoska, Euclides y todos aquellos que contribuyeron en la redaccion de este escrito. Definitvamente nunca sabremos los alcances y obras que realizamos en nuestro transito por la vida a menos que existan personas interesadas o precupadas por el legado de otros. Gracias, siempre gracias.
Excelente , tremenda cartografia . les felicito amados que Dios haya recibido en sus brazos a esta mujer guerrera .creativa , sabia y sobre todo que maravilloso saber que dejo un legado para todos aquellos que de alguna manera u otra recibieron tanto de ella . que satisfacción tan agradable para sus hijos , flia y amigos haber tenido en sus vida una Mujer tan Esplendida , Magnifica y Notable
Que Dios la tenga en su santa gloria a mi madrina!, siempre estará presente en nuestros corazones!. La residencia de Barinitas tuvo un gran significado en nuestra formación. Gracias Drina!, Que descanse en Paz!