Corría el año de 1955 cuando la familia Mora Mora llegó a Mantecal, procedente de El Samán de Apure, lugar donde habían permanecido por espacio de 5 años tratando de forjar su vida.
La Familia Mora es originaria de Mérida, específicamente de los pueblos de Canaguá y Capurí, lugares donde se criaron y crecieron los fundadores de esta familia.
No es casualidad que los integrantes de este matrimonio sean de apellido Mora, eran parientes consanguíneos. Los primos Isabel Teresa Mora y él, José Cirilo Mora Méndez, mejor conocido en Mantecal por Mora Mora, formaron una familia llanera, con semblante andino.
A temprana edad y con un hogar formado decide aventurarse y parten de Canaguá, estado Mérida rumbo a Santa Barbara de Barinas. Para este momento ya habían nacido Francisco Javier y Heriberto de Jesus (Chano),
Se establecen en esta ciudad alrededor de dos meses y el viejo Mora no se sintió a gusto y decide continuar el viaje llegando a Palmarito, donde tampoco consigue quedarse.
Tomó un bongo y llegó hasta El Samán de Apure, donde se asentó por largo tiempo y vieron la luz del espacio llanero Benigna María (Nina), José Roseliano (Roso) y Cipriano Antonio (Toño).
Pasados los años, Don Mora se prepara nuevamente a probar aventura y pone la vista en las sabanas de Mantecal. Hacen el viaje en la platabanda de un camión con toda la familia a bordo, sus pocos muebles, herramientas de trabajo y con la esperanza de un mejor porvenir para él y su familia.
Cuando llegaron a Mantecal se alojaron en una casa que estaba en la vía del antiguo Caño Caicara, lo que hoy es el canal.
A orillas del río estaba una casa que pertenecía a Luis Boggio, detrás de Everardo Guadrón, allí vivieron alquilados por corto tiempo.
Durante su estancia en Mantecal nacieron el resto de sus hijos: Teodolinda del Carmen, Ana Rita, Luz Aura, Luis Alberto (Colacho) e Isabel Teresa (Chavela).
Su área de desempeño desde que migró de Mérida fue la carpintería. El viejo Mora era un carpintero formado en su tierra natal y todo el viaje que realizó hasta llegar a Mantecal lo hizo con sus herramientas de trabajo.
Recién llegado al pueblo debió demostrar sus habilidades. La primera encomienda fue fabricar el ataúd de Doña Aurora Lovera de Carrillo, la esposa de Don Manuel Carrillo y mamá de Carmen de Ojeda por algunos conocida como Carmen Carrillo, considerándose este ataúd como el primero construido con las características propias de un ataúd de la época, es decir, no era un simple cajón cuadrado como se acostumbraba en ese entonces.
La vida en Mantecal le brinda la oportunidad de trabajar en el área de carpintería, pero también
emprende en la construcción, la caza y la pesca, actividades esta últimas que realizaba con mucho entusiasmo y muy a menudo con amigos, compañeros y parte de la familia.
Con el tiempo la familia Mora Mora se mudó a lo que llamaban La Manguera. Allí construye su casa y se establece por varios años en terrenos que corresponde actualmente a las residencias Barrio Alí Primera y la Roca. Parte de estos terrenos fueron donados por Don Mora para la construcción de las residencias.
Don José Cirilo y sus hijos contribuyeron con su trabajo a edificar parte de la infraestructura con que cuenta el pueblo, se pueden nombrar entre ellas: la iglesia actual, el puente que une a Yopito con Mantecal y algunas casas edificadas en concreto.
Su esposa, Doña Isabel Teresa muere muy joven a la edad de 35 años en Mantecal, producto de un sangramiento post parto. Años más tarde Don Mora Mora se ve afectado en su salud y debió ser intervenido para efectuar una traqueotomía debido a un cáncer que padeció.
Luego de años de viudez, Don Mora Mora logra crear un nuevo hogar y se une con Juana Alvarado, conocida como Juana Mora. De esa unión nacieron dos hijos: Eneida del Carmen y Pedro José.
Don José Cirilo falleció el 11 de noviembre de 2009 producto de un infarto, sus restos al igual que los de su esposa descansan en el cementerio Municipal de Mantecal.
Sus hijos consideraban a Don Mora como una persona de carácter fuerte, recia en el trato con ellos. Lo recuerdan con mucho respeto pues fue él quien se encargó de su formación y de su crianza cuando enviudó.
La vida de los Mora ha transcurrido en Mantecal, donde echaron raíces y ya existen cuatro generaciones de esta familia haciendo vida en el pueblo.
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