Cuando hablas con él descubres a una persona sincera, chistosa en ocasiones, de buenas maneras, padre, abuelo, esposo y querendón; humilde en su trato, respetuoso. Se le nota en la conversa lo que ha trabajado para lograr lo que ha tenido en su vida. Persona de buen humor, tranquilo, apacible. No fue a la escuela pues se debió responsabilizar de su familia desde muy corta edad; preocupado por la situación que atraviesa el pueblo y el país en general.
Afortunado por demás, da gracias al señor, a su familia, hijos, hijas y nietos, también y con mucho fervor se muestra agradecido a dos burros que tuvo y que lo ayudaron a realizar el trabajo con el cual logro consolidar su hogar; los recuerda con entusiasmo: un burro pardo y un burro negro.
No se escapa de este agradecimiento su bicicleta, no le puso nombre, pero fue su compañera hasta la fecha de hoy pues todavía la conserva en su hogar.
El tiempo ha hecho su trabajo en ella, pero todavía la tiene y la saluda diariamente. De ella solo le queda el cuadro y sus rines en condiciones de reparación.
Cuando se refiere a ella, dice: la bicicleta es mi familia, mis hijos, mis nietos, mi fundo.
A ella le debo todo. Con ella cargaba toda la mercancía del pueblo a la casa ubicada para ese entonces en Las Casitas. Fue mi vehículo de transporte por años. Era mi modo de vida.
Le incorporó una corneta la cual hacia sonar cuando regresaba del pueblo a su casa para anunciar que llegaba la mercancía a la bodega La Virgen; con el tiempo, ya viviendo en el pueblo adquirió la camioneta, que fue fundamental para desarrollarse económicamente.
La bicicleta marca Raley fue vendida por Fadlala a Rafael Moreno, un joven que trabajaba en el hato Caucagua, este se la vendió a Rafael Gil que también trabajó en el hato y después fue a parar a manos de Ramirito, a quien se la compró por 180 bolívares.
Era una bicicleta bien adornada, según sus palabras.
Una vez que se retira de su trabajo del hato, abre una pequeña bodega en su propia casa de Las Casitas donde comercializaba víveres. La bodega la llamó “La Virgen”.
Los víveres que vendía los compraba en el pueblo (Mantecal) a Ramon Durantt, Vaca Cardier y Jesús Bona entre otros; los trasladaba a su casa en burro y en la bicicleta. Las compras que hacía en la bicicleta era lo del diario y más ligero de peso, casi todos los días asistía al pueblo en época de verano, en invierno intentaba más con los burros por el peso de la carga y lo dificultoso del camino en época de lluvia.
Don Saúl Zapata nació en La Estacada el 17 de mayo de 1938. Hijo de María Ermenegilda Zapata y de Francisco Rodríguez, ambos ya fallecidos. Tuvo su niñez en su pueblo natal.
Es el segundo de 5 hermanos, Rosario la mayor, Carlos Manuel, Carmen Susana, Francisco Rafael y dos hermanos más por parte de la madre: Jesús Manuel y Gladys María.
Se forma trabajando en el hato Caucagua, como chofotero, pesebrero, sembrador de pasto, llanero, como se hace llamar “y hasta encargado del hato”, realizando además diferentes tareas mientras permaneció en el mismo. Allí conoció a su primera pareja Editha Villanueva, con quien tuvo una niña de nombre Celenia del Carmen Zapata Villanueva.
Siendo un pijotero se muda para Las Casitas, un vecindario ubicado cerca del caño Caucagua y a pocos kilómetros de Mantecal, allí estableció su hogar desde el año de 1966; contaba para ese entonces con 28 años de edad.
Se muda para Mantecal en el año de 1971 después de comprar una pequeña casa a un hombre conocido como José Zambrano, ya fallecido. Algunas personas por molestarlo le decían “pijoleton”, esto le disgustaba mucho, razón por la que decidió mudarse de allí.
Compró esa casa por Bs 650, el sitio en tiempos de invierno se rodeaba por las aguas por lo que tuvo que rellenar el espacio con varios camiones de tierra para poder lograr una construcción sólida.
Don Saúl se muda para Mantecal, consolida su casa, continua con su bodega que ahora se llama “Abasto Virgen de Coromoto” y su trabajo tesonero le ha permitido educar a sus hijos y nietos.
Actualmente el lugar donde vive y tiene su negocio es conocido como la esquina de “Saúl Zapata”, muy nombrada por cierto.
Con Doña María Aurora Zapata, quien nació en La Estacada, hija de un señor que mentaban Morocho Flores y de Doña María Inés Zapata, tuvo varios hijos, ellos son: Celina del Carmen, Edy Coromoto, Luis Alfredo, Elida Rosa, Nurys Yelitza, Aurora Carolina y Luzmay Lorenis.
Don Saúl y su familia continúan su vida en el pueblo, mantiene activo su negocio con venta de víveres, apostando por un mejor pueblo y un mejor país, lo acompañan además de su familia, algunos de sus nietos, su bicicleta Raley, su camioneta y en el pensamiento su burro pardo y su burro negro.
Saludos Don Saúl
Comentários