A un año de tu luz

“A un año de tu luz, e iluminado hasta el final de su latir, por ella, desanda el viaje el corazón cansado”. Poema de Andrés Eloy Blanco

Nos toca desandar el tiempo; un año parece extenso pero el ajetreo de la vida, la cotidianidad y las circunstancias del día a día no dan tregua para descubrir que el año ya pasó.

Si, el tiempo es inclemente, el tiempo a veces cura, el tiempo pasa, los sentimientos no pasan y no caducan, siguen allí al acecho, son porfiados.

Hace ya un año que viajó a la eternidad, era ella en sus últimos años de vida una empedernida jugadora de cartas en sus versiones criollas de "ajiley" y "caída".

Se destacaba además en el "dominó" con una habilidad y coherencia envidiable. Reprendía a sus compañeros cuando cometían errores, entretanto tomaba cervezas para espantar el calor y una que otra bebida espirituosa que la animara a continuar hasta más allá de la medianoche mantecaleña. Eso sí, no se exceda ni abuse de su confianza; el improperio y regaño llegaría enseguida.

Nos referiremos a Carmen de Jesús Lovera, conocida en el pueblo como Carmen Carrillo o Doña Carmen.

Nunca supo con exactitud dónde nació. Expresaba que según comentarios de sus padres creía haber nacido en Caño el Medio, lugar ubicado entre Achaguas y Guayabal en el estado Apure.

Su padre Don Manuel Carrillo Seco, conocido entre sus amistades como Carrillote, trabajaba por esos lares cuando ella nació.

Su hermana, Manuela de Rojas, nació 4 años después, cerca de la zona, en un lugar llamado El Polvero.

La Doña vivió por esas tierras hasta aproximadamente los 10 años de edad cuando su padre cambia de trabajo y viaja a la Bendición, donde trabaja por otros años.

Allí nacen tres de sus hermanos para completar 5: Euclides, Crisálida y Austria.

Posteriormente la pequeña familia se muda a La Estacada donde viven por años. Ven la luz para ese tiempo Concepción y Fanny.

Carmen y Manuela debieron viajar a Santa María de Ipire por espacio de dos años. Ellas desconocen las razones de su viaje, pero Don Manuel, en algún momento comentó que la intención era que conocieran a su familia por parte de padre.

Regresan a Apure a la población de La Estacada y seguidamente la familia se muda a Mantecal en el año de 1949, lugar donde Don Manuel había adquirido una casa. Es en este pueblo donde nace la última de sus hermanas, Eucaris.

Mientras vivían en la Estacada, Carmen de Jesús conoció al joven José Teodoro Ojeda, hijo de Don Juan Ojeda y Paula Ojeda, quien regularmente acopañaba a su hermana Angela cuando esta le daba clases de leer y escribir. Una vez en Mantecal consolida su relacion con Jose Teodoro y es con el con quien contrae matrimonio. El acto de casamiento tuvo lugar el 15 de septiembre de 1952 a las 8 pm a la edad de 18 años.

Durante sus años de vida en Mantecal y antes de casarse trabajó como secretaria del juzgado. Para esa época fue evaluada por un equipo del Ministerio de Educación junto con José Aguilera para ser promovida y certificada de haber aprobado el cuarto grado.

Es la única de los hijos de Don Manuel que no lleva el apellido Carrillo, pues su padre en disgusto por casarse en contra de su voluntad se lo negó. Carmen es la mayor de los Carrillo Lovera.

Un mes después de su casamiento, el matrimonio decide mudarse y viajan a la ciudad de Caracas, ya para esos años parte de los hermanos de José Teodoro vivían y trabajaban en la capital.

En Caracas se mantuvo junto a su esposo por 13 años consecutivos, para el año 64, debieron regresar a Mantecal, debido a que los padres de José fallecieron y este debió asumir ciertas responsabilidades con la sucesión de sus padres.

Durante su estancia en la ciudad de Caracas, nacen 4 de sus 6 hijos: Wilfredo José, Denis Orlando, Aracelis Aurora y Carmen Milagros.

Posteriormente ve la luz en San Fernando de Apure Manuel Enrique y por último el bordón José The que nace en Caracas.

Vivió varios años en Barinitas; estando en esa ciudad brindó apoyo a familias conocidas de Mantecal y otros lugares sirviendo su casa de residencias para aquellos jóvenes que necesitaban culminar sus estudios de bachillerato, fueron muchos los jóvenes que recibieron la atención de Doña Carmen, todos ellos ya profesionales.

Doña Carmen Carrillo siempre tuvo a Mantecal como su lugar de vida, no se sentía a gusto cuando estaba fuera de su hogar. En su pueblo disfrutó de la compañía de sus amigos y amigas.

Un día 15 de octubre de 2020 se despidió eternamente.

Doña Carmen, gracias por lo vivido y enseñado.