Mantecal, un pueblo como todos los pueblos del llano apureño, ha sido semilla de muchos hombres y mujeres que han dejado huella en el buen sentido de la palabra. Personas reconocidas por sus valores de gente de bien, que en su mayoría han trabajado para el bienestar común y para que sus habitantes sean cada día mejor, ejemplo de superación; donde cada uno produzca un valor agregado a su desarrollo.
Muchas son las personas que han trabajado en este sentido aportando sin descanso sus energías y conocimientos. Agradecidos a ellos por su desinterés.
Mantecal los tendrá en su memoria.
En esta ocasión me ocupa el pensamiento hablar de un caballero que dedicó parte de su vida a lograr por medio de la educación alcanzar a todos los hijos de este pueblo. Pueblo al cual algunos tratan de mantener en el olvido y en la miseria, queriéndolo hacer regresar al pasado.
Hombres como Luis Humberto Diaz hay que duplicarlos, repetirlos de ser posible. No me cabe la menor duda que si su ejemplo se hubiese emulado, el pueblo tuviera otra cara.
Conozcamos pues a Luis Díaz como era comúnmente conocido.
Nació en Yopito, Mantecal, el 30 de mayo de 1949, hijo de Don Agustín Corona y Doña María Belén Díaz, ambos fallecidos. Era el menor de nueve hermanos, son ellos: María Leonarda, Petra del Carmen, María Eulogia, Juana María, Berta María, Ana Teresa, José Agustín y Luciano Díaz. Su niñez la vivió y disfrutó en su tierra natal, en el campo, en la sabana.
En familia adquirió la primera educación, la del hogar; esto le permitió formar su carácter y forjar su actitud para la vida.
Cursó estudios en el Grupo Escolar José Antonio Páez, luego viajó a San Fernando de Apure para continuar estudios y finalizar su bachillerato. Posteriormente realizó estudios superiores en Maracay, estado Aragua.
Prestó servicio militar en la Marina de Guerra, en el momento que le correspondió; por su comportamiento y mejor servicio alcanzó el grado de Cabo Primero. Termina su servicio militar y regresa a su pueblo natal.
Se enamora de la fotografía, actividad que consume la mayor parte de su tiempo y que lo hizo reconocido fotógrafo en su momento. Se consagró de esta manera como el fotógrafo del pueblo por lo que era común conseguirlo en bautizos, matrimonios, fiestas patronales, fiestas de carnaval, graduaciones, promociones y actividades de todo orden.
Compartió su actividad de fotógrafo con los estudios y logró graduarse de Maestro Normalista, comienza así a ejercer su profesión en el área de la educación, iniciándose en el campo como Maestro en la escuela rural de La Chivera.
Tuvo siete (07) hijos, uno de ellos en su relación con Gladys Rengifo llamada Malvi Luandis; otros dos con Ligia Montezuma, son ellos Jilmer Eduardo y Jolmer Eduardo.
Para el año de 1980, conoce en Mantecal a la Maestra Julia del Carmen González, natural de Calabozo, estado Guárico, hija de Don Pedro Colmenares, fallecido y de Doña Brígida Belén González. Julia por jirones del destino llega a Mantecal como lugar de trabajo, cuando le correspondió escoger entre el Yagual o Mantecal.
A su llegada a Mantecal inicia una relación de buenos amigos con Luis Humberto, la cual culmina en matrimonio civil el 17 de agosto de 1983, en Calabozo, contando ella para ese momento con 21 años de edad, él ya con los 31 cumplidos.
Su unión se mantiene por años hasta el momento de su desaparición física. De esta relación nacen cuatro (04) hijos, dos hembras y dos varones, Yilliam Luzbelis, Joel de Luis, Julberth Humberto y Yenesis Ruth.
Comenzó a dar clases en el año de 1981 en Yopito.
Sus inicios fueron bajo unos árboles, posteriormente alquiló una casa donde trabajó por un buen tiempo; luego fue construido un salón de clase para todos los años (R3). La escuela con esta estructura se mantuvo funcionando por varios años y era conocida como la escuela de Yopito.
Gracias a diligencias realizadas por autoridades educativas del pueblo, del propio Luis y representantes, lograron que el gobierno regional ordenara la construcción de una estructura con todas características propias de una escuela para albergar a todos los grados de primaria y tener una planta de maestros acorde con la capacidad de alumnos; esta escuela fue fundada, puesta en funcionamiento y le fue reconocido el trabajo, el tesón, el esmero a Luis Humberto al colocarle su nombre. Hoy día se conoce como Escuela Básica Luis Humberto Díaz.
Luis era una persona muy conocida en el pueblo y en los alrededores, de buenos sentimientos, con una formación de hogar, de buenos modales y una carga de valores y principios.
En un momento de su vida participó activamente en la política llegando a ser concejal en el año de 1982 por un periodo de 4 años. Finalizada esa etapa, se dedica exclusivamente a la educación y a su familia en pleno.
Según comenta su esposa Sra. Julia, uno de los aspectos más importantes de su vida fue cuando decidió bautizarse en la Iglesia Adventista del Séptimo día en Yopito. Esto ocurrió en diciembre de 1984.
Perteneciendo a esta iglesia, ocupó los cargos de primer anciano y tesorero.
Fue uno de los miembros fundadores de la estructura física de la iglesia en el pueblo y seguramente uno de los que le dio impulso para su consolidación y divulgación en el Municipio.
Tras el padecimiento de una larga enfermedad estomacal, que por años padeció, Luis Humberto falleció el 04 de mayo de 2005, en su tierra natal. Sus restos reposan en el cementerio municipal Mantecal, desde allí se mantendrá como un vigilante activo del desarrollo educativo de su pueblo.
“Honor a quien honor merece”.
Luis Díaz, como olvidarlo? El fotógrafo y Maestro fundador de escuela rural en Mantecal. Hombre muy familiar con mis padres y es que por parte de los coronas, Luis Díaz fue familia de mi Padre Miguel Ruiz. Mi Tío Agustín Corona fue Primo hermano de mi Abuela Geronima Ruiz (apellido materno), pero el respeto de aquellas personas fue tanto que, se llamaban hermanos y como tal fueron nuestros tíos y primos 👍. Nostalgia me trajo esas fotografías compartidas en esta historia. Muy bien 👏👏👏