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El Canoero del Caicara

Felicio Vera y el Caracaro

Conocí a Don Felicio Vera desde muy pequeño; siempre me llamó la atención este señor bajito, catirito, rellenito en la cintura y de buenos modales, aunque a veces manifestaba un recio carácter.

En la memoria lo registro siempre vestido de blanco, pantalón de lino y generalmente con una franela y sus zapatos negros. No recuerdo haberlo visto en otro sitio que no sea su casa, que a la vez era su lugar de trabajo.

Para la época nunca supe si era casado o tenía hijos pues siempre lo veía solo atendiendo su negocio y en ocasiones lo acompañaba William Ramírez ya fallecido, quien lo ayudaba a atender y a mantener en buen estado el local.


Don Felicio era muy nombrado y visitado. Su negocio de víveres y licores era parada obligada para los visitantes y obviamente para los habitantes del pueblo, debido a que contaba con un billar donde siempre había gente jugando y llaneros de las cercanías del pueblo bebiendo en las afueras del local o en la pata del Caracaro.


Muy conocido y nombrado El Caracaro, un lugar de encuentro, fácil de ubicar.

Se usaba como referencia para orientar o indicar direcciones.

La frase “El Caracaro de Felicio” era la base de esta directriz, un árbol grande, majestuoso, de mucha sombra y con bastante espacio bajo sus ramas, para estar, descansar y charlar.

Era común ver caballos, mulas, burros ensillados amarrados en El Caracaro esperando por sus amos, allí aguardaban a que sus jinetes decidieran regresar a sus hogares después de una buena jornada en el pueblo por compras o distracción.


Don Felicio Vera Melgarejo nació en Parapara de Ortiz, estado Guárico, el 21 de octubre de 1905. Sus padres fallecieron a muy temprana edad por lo que un hermano de su padre, el Cura Vera se encargó de su crianza.


El cura Vera se lo lleva a Calabozo lugar donde ejercía sus actividades religiosas. Felicio aprende como apoyar a su tío cura y se convierte en su ayudante. Viaja con él a diferentes lugares donde le correspondía al Cura ejercer sus oficios.

Estimo que, debido a sus viajes con su tío por diferentes regiones y lugares de la geografía del llano, en algún momento surcó las aguas del río Apure hasta llegar a Puerto de Nutrias, lugar donde se asentó, vivió, trabajó y consolidó una familia.

Se conoce que, durante su permanencia en Puerto de Nutrias, trabajó como administrador de algunos hatos pues era muy hábil con los números y las cuentas en general.


Viviendo en Puerto de Nutrias conoció a Cruz María Gilly. Logran estrechar lazos y más tarde llegan al matrimonio, el cual se concreta el 10 de octubre de 1935 en la casa familiar de los Gilly.

Permanece por unos años en Puerto de Nutrias y allí ve nacer a sus dos hijos, Manuel de Jesús y Miguel Manuel.


Siendo sus hijos todavía pequeños 6 o 5 años de edad, Felicio decide mudarse para Mantecal, municipio Muñoz del estado Apure, a los efectos ya había hecho construir una casa en Mantecal, a la cual llega para estrenar en el año 1948. Su viaje de Puerto de Nutrias a Mantecal lo hace en una carreta donde lleva sus pertenencias y las cosas necesarias para su nuevo hogar.


Una vez instalado en el pueblo abre su negocio de víveres que llamó “El Esfuerzo”, con este negocio vivió el resto de vida, diariamente estaba al frente de su negocio, con atención personalizada.



Felicio, antes de casarse tuvo un hijo de nombre Alberto Pulgar, ya fallecido, quien vivió varios años en el pueblo; este hijo Alberto contrajo matrimonio con la Sra. Empera Aguilar de Pulgar.



A los pocos años de casado y ya viviendo solo en Mantecal, se divorció, acto que realizó legalmente en el juzgado de Mantecal, posterior a ello tuvo dos hijos más, ellos son Simón Estilito Vera Farfán, fallecido y Yolanda Chávez.



Don Felicio muere en el Hospital Militar a la edad de 76 años, motivado a una diverticulitis, el 3 de abril de 1981, sus restos reposan en el cementerio del este en Caracas.



Don Felicio Vera Melgarejo dedicó más de 30 años de su vida al desarrollo de Mantecal, un pueblo en el cual fue uno de los fundadores. Se puede decir que al hablar de Mantecal no se debe dejar de lado en nombrar a Felicio Vera y El Caracaro de Felicio, ninguno de los dos existe materialmente, pero sí en la memoria de todos aquellos que tuvimos la oportunidad de conocerlos.

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3 Comments


primojuanc
Dec 11, 2021

Excelente artículo de mi abuelo felicio, es un gusto saber lo que hizo y dejo su historia en mantecal, muy orgulloso de su legado..

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Dafne Vera
Dafne Vera
Dec 05, 2021

Siento que estoy conociendo a mi abuelo Felicio a traves de este relato. Que increíble! Muchas gracias por tan linda redacción y traer a la vida estos recuerdos. Las mejores memorias de mi infancia son de cuando pasábamos las Navidades y carnavales en Mantecal donde mi abuela Rosalia. Mi papá, Simon Vera (ñema frita lo llamaban de pequeño) siempre se ponia tan alegre de regresar a su tierra.

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licelysr
Jun 05, 2021

Don Felicio Verá, muy nombrado personaje de aquella época. Fue el dueño del abasto del pueblo y sus cercanías. William Ramírez fue mi primito hermano de mi mamá Rosa Burgos por parte de Daría Martínez(Madre de Willian), hermana de Leonardo Martínez, padre de mi mamá. En aquel caracaro los pobladores se recreaban con bebidas y música cualquier fin de semana que no fuera para tiempos de fiestas patronales. Así comentaba mi papá en tantas conversas que tenía con nosotras sus hijas menores. Por ello, cada personaje contados en estas historias, no se me hacen indiferentes. Fui hija de toda una biblia abierta de aquel pueblo .

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