Acurrucado frente a las blancas hojas me apoyo en la sombra de mi propia soledad e intento encontrar las respuestas a las preguntas que me hizo mi estimado amigo del alma, señor Denis Ojeda.
- Y tu dime ¿por qué escribes y tallas la madera? ¿Cómo comenzó todo esto?
Entonces mi alma inquieta e impaciente voló al lejano horizonte en la búsqueda de las respuestas, porque no es fácil responder y explicar algo que ni siquiera yo mismo entiendo porqué lo hago.
Escribo porque no puedo evitarlo.
Tallo porque una fuerza invisible y desconocida me empuja lentamente a hacer todo esto.
Para mi escribir es un intento de atrapar el tiempo, el sentimiento, el pensamiento, el olor y el sabor del momento.
Es echar un invisible puente entre un mundo presente en mi mente y el futuro invisible y ausente.
Para mi escribir es atrapar mis pensamientos que caminan en el silencio de la noche tan profunda que oigo sus pisadas y el llanto que les causa el miedo de caer en el abismo del olvido. Entonces los atrapo y encierro en la preciosa cárcel de las letras, donde pueden dormir tranquilo hasta que alguien las despierta y les de vida convirtiendo las letras en sílabas, estas en palabras y las palabras en frases que se llenaran de vida y acción.
Y la talla para mi es algo semejante , intento atrapar mi flotante ensueño y dejarlo fijo en un trozo de madera o piedra.
El Maestro Leonardo da Vinci decía que la escultura no es ciencia sino un arte totalmente mecánico que provoca sudor y fatiga corporal en su realizador. Lo cubre de polvo y de escombros y le deja el rostro pastoso y enharinado del polvo del mármol como de un molinero.
Salpicado de esquivas, parece cubierto de copos de nieve y su habitación esta sucia y repleta de escombros y del polvo de piedra.
Definiendo, para mi tanto la escritura como la talla son parte del arte por medio de la cual el hombre logra la inmortalidad y en esta inmortalidad encontramos a Dios.
Vale la pena añadir que el arte es parte de nuestro legado y huella visible de nuestra presencia que nos permite decir hoy, NON OMNIS MORIAR*. Quedan mis obras.
Por Jerzy Pecold
*El testamento poético más antiguo fue "Non omnis moriar" (Latin para"no morir del todo") de Horacio.
Biografía
Jerzy Pecold
Paslek, Polonia. Febrero 21, 1957
Residencia: Mantecal, Apure, desde noviembre de 1.992
Ocupación: Escritor, Traductor, Escultor
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